Después del tremendo varapalo de la campaña 95/96, se
presentaba como misión imposible el poder ilusionar a la afición un año más.
Mucha gente pensaba que si en el año de la imbatibilidad no se había
ascendido, entonces nunca se haría.
Para esta temporada, la continuidad fue el signo predominante en todos los
ámbitos del club. En la directiva, Higinio seguía como presidente,
renovándose algo la junta, con la salida de varios directivos y la entrada
de otros nuevos como Ángel Montejano y Ángel Lomas. También se produjo la
ascensión de Jesús Gallego a vicepresidente segundo.
El cuerpo técnico seguía siendo el mismo, con Manolo Chico como 'míster', y
la plantilla vio pocos cambios de inicio. Israel volvía a su tierra, Heredia
se marchó en busca de oportunidades y a un histórico como Dani lo fichó un
equipo puntero de la Segunda B, el Recreativo de Huelva.
En el capítulo de fichajes, era prioritario contratar a un lateral derecho.
Así, con la pretemporada ya en marcha llegó a Tomelloso Zapata,
lateral que jugase con el Toledo en 2ª A. En cuanto a los canteranos, se
incorporó al primer equipo a Lope y Eduardo Díaz.
La pretemporada no fue muy exitosa, ganando sólo 2 partidos y quedando
apeado de la Copa Diputación del año 96. Pero la liga era otra cosa, y a los
5 partidos el equipo ya era líder. Pronto se contrató a un delantero, Marín,
que venía de subir a 1ª con el Extremadura y que con 7 goles en sus 4
primeros partidos se convirtió en el ídolo de la afición. Por contra, el
medio Rodero causó baja.
En esta época se celebró el 75 aniversario de la fundación del primer equipo
de fútbol en Tomelloso, ya que fue en 1921 cuando Antonio Fernández Amores
creó el F.C. Tomelloso. Homenajes, cenas y una exposición retrospectiva
conmemoraron tan importante evento.
Pero desde finales de noviembre la situación cambió. A pesar de
que el equipo accedió a la final de la Copa Diputación de 1997, entre la
jornada 12 y la 16 sólo se ganó 1 partido, cediendo el liderato ante el
sorprendente Torrijos de José Ramón Corchado. La plantilla la habían
reforzado Ginés, que volvía a Tomelloso 6 años después, y dos hombres de
contención, Bastida y Pablo. Por contra, Ángel Vela se fue por motivos
laborales. Más adelante, en un entrenamiento del mes de diciembre, Bastida y Marín se enzarzaron
en una agria discusión que acabó en pelea. La directiva dio la baja a
Bastida, que en el campo no había aportado nada, y sancionó a Marín. Pero el
punta recibió una oferta del Sant Andreu de 2ª B y se marchó.
La situación del club se había alterado un poco, pero se puedo encauzar
pronto en lo deportivo. En los 6 primeros partidos de la segunda vuelta no se encajó
ni un
sólo gol, con lo que se recuperó el liderato. La segunda vuelta se fue a más, y el
equipo se acabó proclamando campeón de la II Copa Diputación y, lo que es
más importante, del grupo XVII de la Tercera, encarando asíla temida fase de
ascenso.
En esta ocasión los rivales de turno eran el Linares, Moralo y Chiclana, por
orden de teórica dificultad. Un imprevisto le surgió al equipo antes de
empezar la fase: la lesión de Pedro, líder de la defensa. Hubo que fichar
rápidamente a otro central, que lo fue Paco, del Carabanchel.
Para variar, se fue incapaz de ganar el primer partido, que fue en casa
contra el Moralo. Después, en la doble confrontación con el Linares, que se
presumía clave, de nuevo se empataron los dos partidos. Pero en el segundo
Pinto y Paco, los centrales titulares, fueron expulsados, y se perderían el
partido en Navalmoral de la Mata. En aquel decisivo partido el equipo, en
cuadro,
perdió por 1-0.
Las dos victorias finales al Ayamonte no sirvieron de nada. Por tercer año
consecutivo los estereotipos se habían repetido y el Tomelloso había perdido
el ascenso a manos, no del supuesto rival fuerte, sino de un 'tapado'.
Para más inri, la relación entre la afición y Chico se rompió, siendo muy
criticado el entrenador en ciertos encuentros. La urgencia del ascenso había
hecho mella y el tercer año a las puertas fue mal recibido por el
respetable.
Por segunda temporada se repetía el planteamiento en el
terreno juvenil de Tomelloso, con dos equipos, uno del Club de Fútbol y otro de
la Escuela, en la única categoría provincial. También se repetían Falín y Ramón
Palacios como entrenadores de ambos equipos.
En el Tomelloso C.F., los jugadores fueron Rojas, David y Emilio (porteros);
Picazo, Víctor, Carretero, Pedro, David Mocho, Sánchez, Loren, Chuso y Paquito
(defensas); José Mari Lara, Antonio Ortiz, Raúl, Seco, Ángel Luis Lomas y Galindo
(medios); y Paco, Germán Valero, Chose y Yáñez (delanteros). Veintidós hombres
de los que 13 seguían del año anterior, 8 venían del equipo juvenil de la
Escuela y uno (Loren), de sólo 15 años, que subía directamente de los cadetes.
Por su parte, en el equipo de la E.F. Tomelloso jugaban: Marcelino, Jesús Tinajo y Maxi
(porteros); David López, Juanan, Cobo, Miguel Ángel y Pablo II (defensas); Pablo
del Olmo, Agustín, Felipe, Gabriel, Elías, Gallego, Raúl, Faustino y Correas
(medios); y Antonio, Javier Perona, Israel y Eusebio Casarrubio (delanteros).
Sólo 7 hombres seguían del año anterior, subiendo 14 de las categorías
inferiores de la Escuela.
La temporada no fue buena para ninguno de los dos equipos en la tabla de
clasificación. El equipo del C.F., que aspiraba a repetir participación en la
fase de ascenso, hizo una temporada mediocre, quedando séptimo clasificado, a
mucha distancia de la cabeza de la lista, que acabó ocupando el Valdepeñas.
Por su parte, los más pequeños rondaron la parte baja de la tabla durante casi
toda la temporada, aunque los de la Escuela no tenían las mismas aspiraciones
cara a la clasificación. Al final fueron penúltimos (17º de 18 equipos).
En el aspecto formativo, hasta 8 jugadores del juvenil del Tomelloso
C.F.llegaron a jugar, o al menos ir convocados, con el equipo de tercera que
dirigía Manolo Chico. Fueron Emilio, David, Loren, José Mari, Raúl, Paco, Yáñez
y Chose. Ninguno tuvo demasiada continuidad, aunque el que más lejos apuntaba era
José Mari Lara, un medio centro de mucha clase. Desafortunadamente, una
importante lesión truncaría la carrera de José Mari, que no llegaría a hacer
carrera en el mundo del fútbol.