COPA R.F.E.F.
FINAL (IDA)
3 de abril de 2003

GOLES: 1-0, min. 25. PENALTI que transforma ALONSO.
               2-0, min. 45+. Zurdazo de ALONSO, en posible fuera de juego que entra por la izquierda de Ignacio.
               3-0, min. 71. Ignacio despeja un balón, este da en el brazo de ALONSO y se cuela en la portería.

INCIDENCIAS: Alrededor de 1000 personas en el Suárez Puerta de Avilés. Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, y Toni Fidalgo, presidente adjunto de la Liga de Fútbol Profesional, presenciaron el partido desde el palco. El partido empezó con retraso porque el árbitro no permitió al Tomelloso jugar de blanco, teniendo que hacerlo con la equipación suplente del Avilés (granate).

COMENTARIO: Vaya mazazo que se llevó el Tomelloso en su histórico partido en tierras asturianas. El Real Avilés Industrial, que jugó con la mayoría de sus titulares, se impuso con un marcador amplio que deja la final muy cuesta arriba para los de Pedro Sánchez de la Nieta. El marcador tal vez sea abultado por el dominio de unos y otros, pero lo cierto es que el Avilés aprovechó inmejorablemente sus ocasiones, y además tuvo la suerte de cara en el tercer gol.

Para empezar, dentro de la política de rotaciones de Pedro, sorprendió que los dos flamantes fichajes de invierno, Sanz y Garzón, no fuesen titulares. De hecho, Pedro repitió el equipo que jugó el partido de vuelta de semifinales frente al Peralta. El planteamiento era similar al de los encuentros fuera en esta Copa: el equipo aguantando atrás, haciendo gala de una gran seguridad defensiva, y buscando contras letales que acabasen en gol. El Avilés empezó fuerte con una clara ocasión para marcar, pero luego le costó romper las líneas del Tomelloso.

Sin embargo, en un penalti decretado por el árbitro asturiano (sigue coleando la polémica de que los colegiados sean de la comunidad del equipo local) Granda Barros, llegaría el primer gol del partido. Este tanto obligaría al Tomelloso a abrir líneas y buscar con más claridad la puerta de David Pérez. Así, el final de la primera parte fue el mejor momento del Tomelloso, con un Avilés casi pidiendo la hora. Sin embargo, y ya sobre el descuento, un tiro de Alonso, la estrella del partido, acababa en el fondo de las mallas de Ignacio. Lo que se dice un gol psicológico.

Y así se llegaría a la segunda mitad, donde el Tomelloso, tal vez afectado por el segundo tanto, no llegaba con tanta claridad como al final de la primera. El Avilés trató de aguantar atrás, cosa que consiguió. Pedro fue introduciendo a hombres de ataque: Francis, Sanz y Garzón saltaron al campo, y justo cuando se había producido el cambio del catalán, llegó la jugada absurda del partido. Ignacio despeja un balón de su portería, el esférico golpea en Alonso, que volvía hacia su posición, y rebota con tal mala fortuna que entra en la portería del Tomelloso. La diosa Fortuna, que tantas veces ha estado esta temporada al lado del Tomelloso, se ponía de su contra en un momento crucial. Los jugadores del Tomelloso reclamaron que el balón había golpeado en el brazo de Alonso, pero el árbitro concedió el tanto.

De ahí al final, y haciendo uso de un tópico deportivo, el Tomelloso buscó la meta rival con más corazón que cabeza, subiendo incluso a Navarro como delantero, para buscar así un gol que dejase algo más abierta la final. Pero no pudo ser, y los tomelloseros tendrán que ganar en casa por cuatro goles de diferencia, algo que esta temporada sólo se ha hecho una vez (en liga en Valdepeñas), por lo que habrá que tirar de la épica y del apoyo del público, que al ser día festivo debería acudir en masa al Municipal.

JGC